viernes, noviembre 16

Antonio Gramsci


Antonio Gramsci nació en 1891 en el seno de una familia muy humilde en la isla de Cerdeña, una región de Italia tradicionalmente ignorada por el gobierno. Fue el cuarto de siete hijos de Francesco Gramsci. Francesco tenia dificultades financieras y problemas con la policia, llegó a estar en la cárcel y tuvo que andar de pueblo en pueblo por todo Cerdeña hasta que se estableció con su familia en Ghilarza.

Gramsci era un estudiante brillante, y ganó un premio que le permitió estudiar en la Universidad de Turín (1911-1919) donde se familiarizó con la literatura. En aquel entonces Turín estaba en proceso de industrialización y las fábricas de Fiat y Lancia estaban reclutando obreros de las regiones más pobres. Los sindicatos ya estaban establecidos y se estaban dando los primeros conflictos sociales. Gramsci estuvo muy involucrado en estos eventos, frecuentaba círculos socialistas y se asociaba con emigrados de Cerdeña, lo que le permitió seguir ligado a su cultura nativa.

Sus dificultades familiares en Cerdeña ya le habían formado su visión del mundo, que se refrendó con sus experiencias en Turín. Por extensos trabajos físicos en su juventud queda jorobado.

Ingresa en 1914 el Partido Socialista Italiano (PSI), y rápidamente adquirió fama por sus escritos políticos y periodísticos en periódicos izquierdistas como L'Avanti (órgano oficial del Partido Socialista).

Fundó junto a Angelo Tasca, Palmiro Togliatti y Umberto Terracini el diario L'Ordine Nuovo (reseña semanal de cultura socialista) en 1919 y colaboró en la revista La Città Futura. Participa en el movimiento de los consejos de fábrica de Turín (1919-1920).

Este grupo junto con disidentes del PSI encabezados por Amadeo Bordiga forman la base el Partido Comunista Italiano (PCI) el 21 de enero de 1921. Gramsci se convirtió en líder del partido desde su creación, aunque por detrás de Bordiga hasta que este perdió la dirección en 1924. Las tesis de Gramsci fueron adoptadas por el PCI en su Congreso de Lyons de 1926.

En 1922 Gramsci representó al PCI en una reunión de la Komintern en la Unión Soviética, donde conoció a su esposa Giulia Schucht, una joven violinista con quien Gramsci tendría dos hijos.

Su misión en la Unión Soviética coincidió con el ascenso del fascismo en Italia, y Gramsci regresó con instrucciones para unir a los partidos de izquierda contra el fascismo. Tal frente tendría idealmente al PCI en el centro, pero otras fuerzas también se disputaban el papel. Los socialistas tenían cierta tradición en Italia, mientras el PCI parecía demasiado reciente y radical. Muchos creían que una coalición dirigida por los comunistas se habría alejado del debate político y habría corrido el riesgo de aislarse.

Gramsci es electo diputado por Venecia en 1924 y lanza el periódico L'Unita (órgano oficial del PCI) desde Roma. Su familia permaneció en Moscú. En 1926 Gramsci escribió una carta a la Comintern a raíz de las maniobras de Stalin, en la que condenó a la oposición, pero en la que también hizo notar algunas fallas del líder. Togliati, que estaba en Moscú como representante del partido, recibió la carta, la abrió, la leyó y decidió no entregarla. Esto creo un conflicto entre Gramsci y Togliati que nunca se resolvió en su totalidad.

El 8 de noviembre 1926 fue detenido y encarcelado por orden de Mussolini a pesar de gozar de inmunidad parlamentaria y fue llevado a la famosa prisión de Roma Regina Coeli. De inmediato fue sentenciado a 5 años de confinamiento (en la isla remota de Ustica); al año siguiente fue condenado a 20 años de cárcel. Su condición física comenzó a deteriorarse y en 1932 la Unión Soviética trató de intercambiarlo por otros prisioneros con el gobierno fascista, pero las negociaciones fallaron. En 1934 le fue concedida la libertad condicional por su mala salud, tras haber visitado los hospitales de Civitavecchia, Formia y Roma. Murió en Roma a los 46 años de edad, poco después de salir de prisión. Está enterrado en el llamado Cementerio Protestante de Roma.

A lo largo de su corta y difícil vida Gramsci combinó la labor teórica con la acción política concreta, destacándose tanto en la función parlamentaria como en el seno de la Internacional Comunista. Con sus aportes fundamentales en materia de hegemonía, relación Norte desarrollado/ Sur atrasado, concepción y función del Partido, el intelectual sardo consiguió convertirse en referente de las luchas revolucionarias en todo el planeta. Los comunistas y las corrientes antifascistas de todo el mundo aun hoy le siguen rindieron diversos y sentidos homenajes.

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