martes, noviembre 20

JOSE MARTÍ


José Julián Martí Pérez nació en La Habana, el 28 de enero de 1853, de padres españoles. De niño, estudia en el colegio San Anacleto, donde conoce a Fermín Valdés Domínguez, y en la Escuela Municipal de Varones de La Habana, dirigida por Rafael María Mendive.

Poco después del Grito de Yara, Martí comienza a publicar escritos alusivos a la lucha de los cubanos por su independencia. El 4 de marzo de 1870 es condenado por un Consejo de Guerra a seis años de prisión. Es llevado a realizar trabajos forzados en las canteras de La Habana. Poco después es indultado, por gestión de su padre, y trasladado a Isla de Pinos. Se le conmuta la pena por el destierro. El 15 de enero de 1871 parte con rumbo a Cádiz.

En Madrid publica su denuncia El presidio político en Cuba. Gestiona su matrícula en la Universidad de Madrid. En mayo de 1873 se traslada a la Universidad de Zaragoza y cursa el bachillerato paralelamente con sus estudios universitarios. El 27 de junio de 1874 recibe el título de bachiller.

El 24 de octubre se gradúa de Licenciado en Filosofía y Letras. Sale de España y visita otras ciudades de Europa. Llega a Inglaterra en enero de 1875 y parte con rumbo a México. El 8 de febrero desembarca en Veracruz y continúa su viaje hacia la capital del país. Conoce a Manuel Mercado, amigo de su padre. Publica en la Revista Universal y en El Federalista.

Parte de Veracruz con rumbo a La Habana a donde llega el 6 de enero de 1877. Regresa a México y viaja a Guatemala en marzo. En mayo conoce a María García Granados, "La niña de Guatemala". Es nombrado catedrático de la Escuela Normal Central de Guatemala. Se casa en México el 20 de diciembre con la camagüeyana Carmen Zayas Bazán.

Aprovechando la amnistía otorgada tras el pacto del Zanjón, viaja a La Habana el 27 de julio de 1878. El 22 de noviembre nace su hijo, José Francisco. Escribe a Máximo Gómez solicitándole datos para un libro. Trabaja de abogado y obtiene permiso para impartir clases. Es detenido el 17 de septiembre de 1879 y sale deportado hacia España acusado de conspiración.

El 3 de enero de 1880 llega a Nueva York donde es nombrado vocal del Comité Revolucionario Cubano de esa ciudad que preside Calixto García. Publica en The Hour y The Sun.

Viaja a Venezuela en enero de 1881. Publica en La Opinión Nacional. Edita la Revista Venezolana. Abandona el país el 28 de julio por problemas con el dictador de turno.

Regresa a Nueva York donde publica, a principios de 1882, Ismaelillo. Colabora con La Nación de Buenos Aires. Intercambia correspondencia con Máximo Gómez y Antonio Maceo. Escribe varios de sus Versos libres, aunque no los publica.

En octubre de 1884 se entrevista con Maceo y Gómez. Poco después, escribe una carta a Gómez en la que anuncia su separación de los planes insurreccionales por considerarlos parciales y peligrosos para la conducción democrática y eficaz de la revolución.

Continúa publicando en La Nación y en El Partido Liberal de México fundamentalmente. Escribe acerca de los sucesos de mayo en Chicago. El 16 de abril de 1887 es promovido a Cónsul del Uruguay en Nueva York. Recibe la visita de su madre, Leonor Pérez.

De julio a octubre de 1889 edita los cuatro números de La Edad de Oro, revista mensual dirigida a los niños de América Latina. Al final del año publica una serie de crónicas acerca de la Conferencia Internacional Americana que se celebra en Washington.

El 24 de junio de 1890 es nombrado Cónsul de la Argentina; el 30, cónsul del Paraguay. En diciembre es nombrado presidente de la Sociedad Literaria Hispanoamericana de Nueva York.

El 10 de enero de 1891 aparece en La Revista Ilustrada de Nueva York, su artículo Nuestra América. En marzo participa en el Congreso Monetario de Washington como representante de Uruguay. En octubre renuncia a todos sus cargos para dedicarse de lleno a la preparación de la guerra necesaria. Ese mismo mes publica sus Versos sencillos en Nueva York.

Durante 1892 prepara los estatutos del Partido Revolucionario Cubano y publica en Patria. Viaja entre Nueva York, Tampa, Cayo Hueso y Filadelfia organizando a los cubanos en el exilio. Viaja a Haití. El 11 de septiembre se entrevista con Máximo Gómez en Montecristi, República Dominicana. Viaja a Jamaica y se visita a Mariana Grajales y María Cabrales. Regresa a Nueva York.

Continúa con sus viajes en los primeros meses de 1893. El 3 de junio se entrevista nuevamente con Gómez, a quien se nombra general en jefe. Viaja a Costa Rica y visita a Antonio Maceo el 30 de junio. Maceo acepta participar en la insurrección. Regresa a Nueva York y continúa los preparativos de la guerra durante el resto de 1893 y todo 1894.

El 29 de enero de 1895 firma, con Enrique Collado y José María Rodríguez, la orden de alzamiento dirigida a Juan Gualberto Gómez. El 7 de febrero llega a Montecristi. El 25 de marzo firma con Gómez el Manifiesto de Montecristi, donde sienta las bases programaticas de la revolución.

El 11 de abril de 1895 desembarca con Máximo Gómez y otros cuatro patriotas en Playitas, provincia de Oriente. El 15 de abril recibe los grados de Mayor general del Ejército Libertador. El 18 de mayo de 1895 escribe a Manuel Mercado una carta que es considerada su testamento político.

Muere en combate en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895.

RIGOBERTA MENCHÚ


Activista de los derechos humanos de Guatemala (Chimel, Uspatán, 1959 -). Rigoberta Menchú nació en una numerosa familia campesina de la etnia indígena maya-quiché. Su infancia y su juventud estuvieron marcadas por el sufrimiento de la pobreza, la discriminación racial y la violenta represión con la que las clases dominantes guatemaltecas trataban de contener las aspiraciones de justicia social del campesinado.

Varios miembros de su familia, incluida su madre, fueron torturados y asesinados por los militares o por la policía paralela de los «escuadrones de la muerte»; su padre murió con un grupo de campesinos que se encerraron en la embajada de España en un acto de protesta, cuando la policía incendió el local quemando vivos a los que estaban dentro (1980).

Mientras sus hermanos optaban por unirse a la guerrilla, Rigoberta Menchú inició una campaña pacífica de denuncia del régimen guatemalteco y de la sistemática violación de los derechos humanos de que eran objeto los campesinos indígenas, sin otra ideología que el cristianismo revolucionario de la «teología de la liberación»; ella misma personificaba el sufrimiento de su pueblo con notable dignidad e inteligencia, añadiéndole la dimensión de denunciar la situación de la mujer indígena en Hispanoamérica.

Para escapar a la represión se exilió en México, donde publicó su autobiografía en 1983; recorrió el mundo con su mensaje y consiguió ser escuchada en las Naciones Unidas. En 1988 regresó a Guatemala, protegida por su prestigio internacional, para continuar denunciando las injusticias.

En 1992 la labor de Rigoberta Menchú fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz, coincidiendo con la celebración oficial del quinto centenario del descubrimiento de América, a la que Rigoberta se había opuesto por ignorar las dimensiones trágicas que aquel hecho tuvo para los indios americanos. Su posición le permitió actuar como mediadora en el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla iniciado en los años siguientes

viernes, noviembre 16

Antonio Gramsci


Antonio Gramsci nació en 1891 en el seno de una familia muy humilde en la isla de Cerdeña, una región de Italia tradicionalmente ignorada por el gobierno. Fue el cuarto de siete hijos de Francesco Gramsci. Francesco tenia dificultades financieras y problemas con la policia, llegó a estar en la cárcel y tuvo que andar de pueblo en pueblo por todo Cerdeña hasta que se estableció con su familia en Ghilarza.

Gramsci era un estudiante brillante, y ganó un premio que le permitió estudiar en la Universidad de Turín (1911-1919) donde se familiarizó con la literatura. En aquel entonces Turín estaba en proceso de industrialización y las fábricas de Fiat y Lancia estaban reclutando obreros de las regiones más pobres. Los sindicatos ya estaban establecidos y se estaban dando los primeros conflictos sociales. Gramsci estuvo muy involucrado en estos eventos, frecuentaba círculos socialistas y se asociaba con emigrados de Cerdeña, lo que le permitió seguir ligado a su cultura nativa.

Sus dificultades familiares en Cerdeña ya le habían formado su visión del mundo, que se refrendó con sus experiencias en Turín. Por extensos trabajos físicos en su juventud queda jorobado.

Ingresa en 1914 el Partido Socialista Italiano (PSI), y rápidamente adquirió fama por sus escritos políticos y periodísticos en periódicos izquierdistas como L'Avanti (órgano oficial del Partido Socialista).

Fundó junto a Angelo Tasca, Palmiro Togliatti y Umberto Terracini el diario L'Ordine Nuovo (reseña semanal de cultura socialista) en 1919 y colaboró en la revista La Città Futura. Participa en el movimiento de los consejos de fábrica de Turín (1919-1920).

Este grupo junto con disidentes del PSI encabezados por Amadeo Bordiga forman la base el Partido Comunista Italiano (PCI) el 21 de enero de 1921. Gramsci se convirtió en líder del partido desde su creación, aunque por detrás de Bordiga hasta que este perdió la dirección en 1924. Las tesis de Gramsci fueron adoptadas por el PCI en su Congreso de Lyons de 1926.

En 1922 Gramsci representó al PCI en una reunión de la Komintern en la Unión Soviética, donde conoció a su esposa Giulia Schucht, una joven violinista con quien Gramsci tendría dos hijos.

Su misión en la Unión Soviética coincidió con el ascenso del fascismo en Italia, y Gramsci regresó con instrucciones para unir a los partidos de izquierda contra el fascismo. Tal frente tendría idealmente al PCI en el centro, pero otras fuerzas también se disputaban el papel. Los socialistas tenían cierta tradición en Italia, mientras el PCI parecía demasiado reciente y radical. Muchos creían que una coalición dirigida por los comunistas se habría alejado del debate político y habría corrido el riesgo de aislarse.

Gramsci es electo diputado por Venecia en 1924 y lanza el periódico L'Unita (órgano oficial del PCI) desde Roma. Su familia permaneció en Moscú. En 1926 Gramsci escribió una carta a la Comintern a raíz de las maniobras de Stalin, en la que condenó a la oposición, pero en la que también hizo notar algunas fallas del líder. Togliati, que estaba en Moscú como representante del partido, recibió la carta, la abrió, la leyó y decidió no entregarla. Esto creo un conflicto entre Gramsci y Togliati que nunca se resolvió en su totalidad.

El 8 de noviembre 1926 fue detenido y encarcelado por orden de Mussolini a pesar de gozar de inmunidad parlamentaria y fue llevado a la famosa prisión de Roma Regina Coeli. De inmediato fue sentenciado a 5 años de confinamiento (en la isla remota de Ustica); al año siguiente fue condenado a 20 años de cárcel. Su condición física comenzó a deteriorarse y en 1932 la Unión Soviética trató de intercambiarlo por otros prisioneros con el gobierno fascista, pero las negociaciones fallaron. En 1934 le fue concedida la libertad condicional por su mala salud, tras haber visitado los hospitales de Civitavecchia, Formia y Roma. Murió en Roma a los 46 años de edad, poco después de salir de prisión. Está enterrado en el llamado Cementerio Protestante de Roma.

A lo largo de su corta y difícil vida Gramsci combinó la labor teórica con la acción política concreta, destacándose tanto en la función parlamentaria como en el seno de la Internacional Comunista. Con sus aportes fundamentales en materia de hegemonía, relación Norte desarrollado/ Sur atrasado, concepción y función del Partido, el intelectual sardo consiguió convertirse en referente de las luchas revolucionarias en todo el planeta. Los comunistas y las corrientes antifascistas de todo el mundo aun hoy le siguen rindieron diversos y sentidos homenajes.

lunes, noviembre 12

José Carlos Mariátegui


José Carlos Mariátegui nació en Moquegua (Perú) el 14 de junio de 1985. Hijo de María Amalia La Chira Ballejos y Francisco Javier Mariátegui Requejo, tuvo dos hermanos: Guillermina y Julio César. Siendo muy niño su padre abandona el hogar familiar y la madre, para mantener a sus hijos, se traslada a Lima.

En 1901 José Carlos va a la escuela, en la cual un año después sufre un accidente que le deja delicado de la pierna izquierda y le obliga a dejar los estudios.

En 1909 entra a trabajar como en el diario La Prensa como ayudante de linotipista. A pesar de no haber culminado sus estudios escolares, Mariátegui llegó a formarse como periodista y a partir de 1914 trabajó como redactor en el periódico La Prensa y colaboró con la revista Mundo Limeño y otras, pero en donde afirma su personalidad es en Colonida y El Tiempo en 1916. También cultivó varios géneros literarios.

En 1918 colabora con el diario Nuestra Época donde critica la estructura social vigente. En 1919 creó el diario La Razón desde donde apoyó la reforma universitaria y las luchas obreras. Critica al presidente Augusto B. Leguía y se vuelve la voz de los obreros al fundar la Federación Obrera Regional Peruana.

Viajó por Europa gracias a una beca que le fue entregada por el gobierno de Leguía como una forma encubierta de deportación, lo que le permite tener contacto con los principales exponentes del marxismo revolucionario como Lenin y Gramsci. Asimismo asiste a los procesos de lucha que se suceden una vez finalizada la I Guerra Mundial y al triunfo de la Revolución Bolchevique rusa en Hungría, Alemania e Italia (país en donde se casa con Anna Chiappe).

El 17 de marzo de 1923 regresa a Lima y colabora en diversos diarios, ejerciendo como profesor en la Universidad Popular González Prada. También se integró en las filas de la Alianza Popular Revolucionaria (APRA), no obastante las diferencias con el máximo dirigente de esa fuerza, Víctor Raúl Haya de la Torre, marcaron su alejamiento.

En 1924, debido a una antigua lesión, le fue amputada una pierna. Sin embargo, su producción literaria se incrementa.

Como fundador en 1926 y principal redactor de la revista Amauta supo expresar en ella textos de vanguardia relacionados al arte y la cultura, además de otros vinculados a la cuestión política de su país y de toda América.

En sus escritos, marcó además de la importancia de la cuestión aborigen, el valor del proceso emancipatorio americano de principios del Siglo XIX señalando la necesidad de su influencia en los movimientos revolucionarios posteriores. Dijo así: “La generación libertadora sintió intensamente la unidad sudamericana. Opuso a España un frente único continental. Sus caudillos obedecieron no un ideal nacionalista, sino un ideal americanista. Esta actitud correspondía a una necesidad histórica”.

En la misma época, suma a su labor de difusor del marxismo, el desarrollo de una importante tarea política, convirtiéndose en cofundador tanto del Partido Socialista como de la central obrera peruana (CGTP). Célebres fueron las polémicas que tuvo en ese marco con el revolucionario argentino y dirigente del Partido Comunista de su país, Victorio Codovilla. En ellas, se debatía el carácter de la revolución latinoamericana.

Sobre este punto en particular, escribió: “La revolución latinoamericana será nada más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial. Será simple y puramente la revolución socialista. A esta palabra, agregad, según los casos, las palabras que queráis: ‘anitiimperialista’, ‘agrarista’, ‘nacional – revolucionaria’. El socialismo los antecede, los supone, los abarca a todos. A Norte América capitalista, plutocrática, imperialista, sólo es posible oponer eficazmente una América, latina o íbera, socialista”.

En 1928, escribe la que es considerada una de sus obras cumbres: Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. En ella, condena el papel del latifundio como principal responsable por la situación miserable de las poblaciones indigenas de la región. Expresa además, que en la transición a una sociedad socialista había que basarse en los hábitos colectivistas de los indios, concluyendo: “El comunismo inkaico, no puede ser negado ni disminuido por haberse desenvuelto bajo un régimen autocrático".

En 1928, tras romper con el APRA del líder Víctor Raúl Haya de la Torre, funda el Partido Socialista Peruano (posteriomente Partido Comunista Peruano) y la revista proletaria Labor. Un año más tarde, funda la Confederación de Trabajadores del Perú.

José Carlos murió en Lima el 16 de abril de 1930.

Mariategui -también conocido como el gran Amauta- fue un verdadero renovador del marxismo, este escritor, periodista y político peruano es para muchos el mayor pensador revolucionario que dio la primera mitad del siglo XX en América Latina. Incorporando a la tradición teórica de la doctrina de Marx y Lenin elementos vinculados con las culturas de los pueblos originarios, y otras fuentes que enriquecieron las formas y los contenidos de sus luchas, su pensamiento tuvo enorme influencia en los marxistas revolucionarios que le sucedieron en el tiempo. Entre ellos se encuentra sin dudas, Ernesto “Che” Guevara

lunes, noviembre 5

Ho Chi Minh


Ho Chi Minh nació en Annam (Vietnam) el 19 de mayo de 1890. Su verdadero nombre era Nguyen Tat Than, pero la clandestinidad en que vivió siempre, le obligó utilizar más de cien apodos diferentes para escapar de la persecución policial. El nombre de Ho Chi Minh significaba "El que ilumina"; otras veces se hizo llamar Nguyen Ai Quoc, "El patriota".

Era hijo de un médico herborista de Nghe An que ya luchaba contra el colonialismo francés, que había invadido Vietnam en 1860. Estudió en Hué y Saigón, hasta que en 1912 emigró como mozo en un paquebote francés. Fue un largo viaje de dos años de puerto en puerto hasta que arribó a Londres, donde trabajó en el hotel Carlton durante tres años.

De allí fue a París, donde trabajó como retocador de fotografías. Conoció a Chu En Lai, León Blum, Marcel Cachin y Longuet (sobrino de Karl Marx), entre otros destacados dirigentes del movimiento obrero internacional. Se afilió al Partido Socialista Francés, en cuyo congreso de Tours votó con la mayoría internacionalista que decidió la adhesión del Partido a la Tercera Internacional. Comenzó a escribir en "L`Humanité", y luego fundó el periódico "El Paria", donde escribirían los dirigentes revolucionarios de los países coloniales.

De París se trasladó a Moscú, y allí participó en varios Congresos de la Internacional Comunista hasta que, con la ayuda de Borodin, encargado por la Internacional de las organizaciones comunistas asiáticas, formó una escuela militar en China para enseñar a los comunistas el arte de la guerra revolucionaria. El director era el coronel Chiang Kai Chek y el jefe del departamento político era Chu En Lai. En la noche del 3 de abril de 1927, cuando Chaing Kai Chek cambió de cara y se desembarazó de los comunistas con una enorme matanza, Ho Chi Minh consiguió huir y siguió en la clandestinidad organizando la revolución en Birmania, en China, en Siam, pasando de cárcel en cárcel, de tortura en tortura, impulsando huelgas, motines y levantamientos armados. En 1930 se produjo el levantamiento de Yen Bai (Vietnam), poniendo de manifiesto la necesidad de un destacamento revolucionario capaz de dirigir la lucha popular hasta la victoria.

Por eso, aquel mismo año Ho Chi Minh fundó en Hong Kong el Tanh Nien o Partido Comunista de Vietnam, pero fue detenido una vez más.

A finales de la década de los treinta, Vietnam padece un giro importante en su situación, con la sustitución del dominio de los imperialistas franceses por los japoneses, que ocupan el país con 50.000 mercenarios.

Liberado de la cárcel por los aliados en 1940, regresó a su país 28 años después de haber salido de él. Luchó en la guerrilla durante los cinco años de la ocupación japonesa.

Para liberar al país de la nueva invasión, funda el Vietnam Doc Lap Dong Minh Hoi, más conocido por Vietminh, o Frente para la Liberación de Vietnam. También crea un ejército guerrillero dirigido por Vo Nguyen Giap, uno de los generales revolucionarios más prestigiosos del mundo.

Concluida la guerra y derrotados los japoneses, los planes imperialistas para la región no contemplaban la independencia sino un nuevo reparto del mundo, que en el caso de Vietnam suponía que los nacionalistas chinos del Kuomintang ocuparan el norte del país, mientras los ingleses harían lo propio con el sur.

Pero los franceses querían recuperar sus dominios coloniales y volvieron a ocupar el país, mientras los guerrilleros vietnamitas rechazaban a los chinos en el norte y liberaban aquella zona.

El 2 de setiembre de 1945 Ho Chi Minh lanzó su llamamiento: "Desde hace más de ochenta años la banda de colonialistas franceses, bajo los tres colores que simbolizan la libertad, la igualdad y la fraternidad, ha ocupado nuestro territorio y oprimido nuestro pueblo [...] Los franceses no nos han dado ninguna libertad política, han instituido una legislación bárbara, han creado más prisiones que escuelas, han ahogado en sangre todas nuestras revueltas, han pisoteado la opinión y utilizado la sangre y el alcohol para embrutecer a nuestro pueblo".

El Vietminh organizó la insurrección general, logró la independencia nacional y fundó la República Democrática de Vietnam, un Estado obrero y campesino que trataba de construir el socialismo.

Pero al retornar los colonialistas franceses se desató una nueva y cruenta lucha del pueblo vietnamita que se prolongó nueve años. El 24 de noviembre de 1946 los franceses bombardearon Haiphng asesinando a más de 6.000 personas y el pueblo reaccionó el 19 de diciembre con una insurrección en Hanoi.

Los imperialistas comenzaron a retroceder: cae Dong Khi, evacúan Cao Bang, luego Lao Kay, y posteriormente Dinh Lap. Francia claudicó y tuvo que pedir el apoyo de los Estados Unidos. El presidente Eisehower dijo en 1953: "Admitamos ahora que perdemos Indochina. Se cederían varias cosas. La península sería difícilmente defendible. El estaño y el tungsteno de esta región, a los que concedemos tanta importancia, dejarían de llegarnos".

El apoyo norteamericano no sirvió de nada. En 1954 los franceses son derrotados en la batalla de Dien Bien Fu y, aunque en los acuerdos de Ginebra dividieron el país en dos, Ho Chi Minh se convirtió en jefe del nuevo Estado vietnamita del norte. Dieciocho millones de conciudadanos saludaron a quien había abierto la brecha de la liberación social y nacional. Era el "tío Ho".

A la guerra contra Francia sucedió la guerra contra los Estados Unidos, por lo que los vietnamitas derrotaron sucesivamente a tres de las potencias imperialistas más poderosas: Francia, Japón y Estados Unidos. Estos no escatimaron medios de destrucción masiva y bombardearon cruelmente Vietnam del Norte: "Derrotados los yanquis -diría Ho- construiremos una patria diez veces más hermosa. Nuestro país tendrá el señalado honor de ser una pequeña nación que, a través de una lucha heroica, ha derrotado a dos grandes imperialismos- el francés y el norteamericano- e hizo una digna contribución al movimiento de liberación nacional". Nunca tuvo un momento de inquietud por la desproporción de fuerzas. Como buen comunista sabía que un ejército popular es superior al mejor ejército moderno. Desde el principio de la intervención americana declaró que los Estados Unidos no serían capaces de soportar una guerra popular prolongada: "En la lucha patriótica contra la agresión norteamericana, en realidad tendremos que soportar más dificultades y sacrificios, pero estamos seguros de que obtendremos la victoria total. Esta es una certeza absoluta". Sus predicciones se cumplieron, aunque Vietnam tuvo que soportar años de atrocidades contra su población. El territorio fue convertido en campo de experimentación de armas sofisticadas y de criminales bombardeos contra la población indefensa. Estados Unidos descargó sobre Vietnam más bombas que las arrojadas durante la Segunda Guerra Mundial. Por eso Ho Chi Minh y el pueblo vietnamita se convertieron en símbolos de las luchas del Tercer Mundo contra el imperialismo, el colonialismo y la explotación.

Murió en Hanoi el 3 de setiembre de 1969 sin poder ver culminada la obra de toda una vida dedicada a la revolución. En su testamento dejó escrito: "Durante toda mi vida, he servido con todas mis fuerzas y con todo mi corazón a la Patria, a la Revolución y al Pueblo. Ahora, si debo partir de este mundo, no hay nada que sienta más que no poder servirlos más tiempo". El proceso liberador, que concretaría sus esperanzas de siempre, continuó. Cuando seis años después de su muerte, los comunistas derrotaban a los invasores norteamericanos, los tanques llevaban una pancarta: "Tú siempre marchas con nosotros, Tío Ho".

En su honor, las autoridades vietnamitas pusieron el nombre de Ciudad Ho Chi Minh a la antigua capital de Vietnam del Sur, Saigón (1975).

Su nombre destaca entre los grandes referentes mundiales del proletariado, mucho más allá de los límites de su país. El triunfo vietnamita contra Estados Unidos demostró que era posible derrotar al imperialismo pese a la enorme disparidad de recursos. En el mundo entero grandes contingentes populares se movilizaron en solidaridad con la revolución vietnamita y la figura de Ho Chi Minh alcanzó un merecido prestigio mundial. Fue un gran dirigente de su partido y del proletariado internacional. Ho Chi Minh y los comunistas trazaron el camino; los obreros y campesinos vietnamitas lo recorrieron hasta el final.